Un polvo es un polvo, pura ceniza, del polvo venimos y al polvo regresamos,
¿cierto?
Los miércoles de ceniza el
padre en misa
siempre nos echa un polvito en la frente
¿es mentira?
Pero, si uno escribe un poema que aluda al "polvo",
los “come santos caga-diablos” y los más "educados"
dicen que estás pecando, hablando de sexo en las redes,
que estás desprestigiando a la familia, se escandalizan,
y que por eso tenés que amarrar tus creaciones poéticas inocentes retirando tus poemas.
Sus mentes morbosas y su imbecilidad los traicionan
y meten las patas quedando en ridículo
como
verdaderos incultos de provincia.
Lanzan sendas sentencias como – “vas a quedarte solo” -
cómo que siempre he andado en manada,
o, como que si pagaran mis
cuentas. Puras mierdas.
¡Que vaina! ¡Que arrecho
es ser poeta!
¿Está nuestra sociedad
desquiciada? o, sólo yo seré yo el cuerdo?
A mí que me registren.