el desastre tiene cara de mujer
a las cinco de la mañana
los surcos del tiempo marcando su cara
los azules conductores sanguíneos
en alto relieve tapizando sus muslos
una agenda de cuero marrón
las llaves del carro
medias negras de red recogiendo las piernas aguadas
donde hace veinte años sostenían la cima de su cuerpo
no se conforma ahora
con ser la base del cuerpo de una buscapleitos
figurín con los zapatos mojados
deslizándose sobre la vereda enjabonada
saliendo del apartamento de enfrente
rumbo a los juzgados
Diciembre 2012