como Yawhé
Bush tronó en el Sinaí
afirmando la omnipotencia
del Pentágono
confirmando su derecho
omnímodo de invadir Irak
tiempo necesario pide para
ultimar los preparativos del ataque
extraño tribunal el consejo
de seguridad
como Sadam no confesó su
propósito de delinquir
resulta evidente que es
culpable
época de globalización
cinismo
ausencia de toda
preocupación
para justificar
inmoralidades
manera descarnada despótica
de presentar decisiones
imperiales
el dios del viejo y del
nuevo testamento fue desplazado
por el dios mercado
la acción de la larga mano
de esta nueva divinidad
no requiere fundamentos
morales
el emperador ordena
públicamente
asesinatos y proclamas
mentirosas
es su conveniencia
y quienes se indignan ante
tanta desvergüenza
son tachados por anticuados
anticuados son la moral
la honestidad
el derecho
las libertades
la dignidad de personas y
pueblos
el mundo nuevo creado por
Moloch
vivimos en el imperio del
mercado
qué importa que mueran
millares
de hombres mujeres y niños iraquíes
que se destruyan ciudades
monumentos
si la economía de la élite se beneficia
qué importa que mueran soldados
si el mundo de los negocios florece
sobre montañas de cadáveres
el dios mercado necesita tributos sangrientos
lo que importa es que los pozos de petróleo
salgan intactos de la hecatombe
aunque queden rodeados de lagos de sangre
y campos de ruinas
¿qué hacen hoy los nietos de los que maldijeron a los
yanquis?
los que lloraron sus muertos en sus avasalladas repúblicas
están en su sitio rindiéndose ante los torpes halagos
de un inculto petrolero tejano
para llorar
Mayo 2003