tejí el círculo de mi vida
empecé libando el jugo de los pechos
continué mamando el néctar de la
tierra
cuando joven la telaraña
miraba perfecta
como el círculo de la tierra
en el centro un agujero
donde enjuto asomaba el
rostro
un anciano caminando hacia
la tumba
atrapé mis sueños en la red
de la vida
colgados arriba de mi cama
para escudriñar visiones que
me llamaron al amor
aquél por el cual terminé
entregándolo todo