CÁNTICO
CARTUJANO
I
La
eternidad no tiene prisa,
solo
prosa.
Se
jodieron los banqueros,
tan
poco les debo a los miserables,
que
sus gusanos creen que soy
su
esclavo.
Mañana
amaneceré muerto amor mío.
¡Si
les debo, págales!
de
centavo en centavo,
así
se gozan ellos.
Cántame
una misa Gregoriana,
a
la Loliana, o a la Cartujana,
pero
que sea en mi santuario,
con
cantos que rompan silencios,
silencios
de ángeles tristes,
a
los demonios les gustan las bo-rancheras.
II
Los
diablos vivos me harán custodia
en
misa disputarán mi mortaja
a
suerte echarán mis poemas,
cara
o cruz,
que
la primadona lea lo que quiera,
¡A
mi déjenme descansar en paz!
Llegaré
al Hades uno de éstos días,
cantando
con larga túnica, salterio y arpa,
mis
versos.
Mientras
respire,
seguiré
cantando cantares,
de
mis ángeles y mis demonios.
Mi
primo se hartó de vivir,
se
pegó un balazo en la boca,
descanse
en paz.
III
¡Religiosos!
¡Divídanse!
¡Políticos!
¡Conspiren crímenes!
¡Banqueros!
¡Fabriquen suicidios!
¡Apocalipsis,
acaba tu misión!
¡Nada
podrán robarse cuando se pudran!
¡Yo
no peleo con nadie!
Yo
solo quiero ganarme tu corazón,
-Amor
mío-!
Perdámonos
juntos en paraíso.
Misericordia
quiero,
sacrificio
ya tuve suficiente.
Managua,
2 de Noviembre 2015