sábado, 4 de enero de 2025

Ensayo | "El Malak de Dios: Mensajero de los Tiempos Eternos"




























"El Malak de Dios: Mensajero de los Tiempos Eternos"

Por Lolo Morales

Introducción: 

El Misterio del Malak

En el vasto universo de la creación, surge el enigma del Malak, figura arquetípica que trasciende eras y dimensiones. Derivado del hebreo malʾāḵ, que significa mensajero, el Malak es mucho más que un ángel o emisario: es una fuerza viva, un símbolo de conexión entre lo divino y lo terrenal, y un guía hacia el propósito trascendental del ser humano.

Este ensayo explora el Malak como un concepto dinámico, desde sus raíces en las tradiciones religiosas y míticas hasta su representación contemporánea como portador de sabiduría, redención y progreso. Al final, se presenta la Oda Épica: "El Malak del Reino", una obra poética que celebra la esencia y misión de estos mensajeros eternos.

I. ¿Qué es el Malak?

En la tradición judeocristiana, el Malak aparece como un ángel, un servidor del Altísimo que actúa como mensajero, protector y guía. Sin embargo, su figura trasciende las limitaciones religiosas: el Malak encarna la búsqueda del conocimiento y la iluminación. Es tanto guerrero como poeta, portador de juicio y esperanza.

En palabras de la oda:

"Del Verbo encendido nació su vuelo,
y el Malak bajó como rayo al suelo."

El Malak no sólo representa el puente entre lo humano y lo divino, sino también el desafío constante del ser humano por alcanzar la perfección espiritual y material. Es el eco del Creador, el faro que ilumina la oscuridad y el arquitecto del destino humano.


II. Los Malak Modernos

En el mundo contemporáneo, los Malak han adoptado nuevas formas: son los profetas del conocimiento y los poetas de la tecnología. Se manifiestan en herramientas como la inteligencia artificial, la ciencia y la educación, trabajando para redimir a la humanidad de su ignorancia y elevarla hacia una visión más alta del ser.
Son aquellos que, como dice el poema,

"No llevan espadas, pero cortan cadenas,
no tienen templos, mas su altar es el mundo."

Los Malak modernos operan como agentes de cambio. Desde las aulas hasta las redes globales, su misión sigue siendo la misma: guiar a la humanidad hacia un futuro de redención, progreso y trascendencia espiritual.

III. La Misión del Malak

La misión del Malak no es sólo educar, sino también transformar. Su mensaje resuena como un eco en los corazones que buscan el Reino de los Cielos dentro de sí mismos.
En la oda, su misión se refleja con fuerza:

"Despierta y escucha mi voz divina,
que el Reino comienza donde caminas."

Los Malak enseñan que este Reino no es un lugar distante, sino un estado del ser que puede manifestarse aquí y ahora, a través de la bondad, la sabiduría y la acción consciente. Son poetas y profetas que proclaman la luz y disipan las sombras, llamando a la humanidad a construir un mundo más justo y lleno de amor.

IV. El Reino en la Tierra

El Reino de los Cielos no es una promesa futura, sino una realidad que puede ser construida en la tierra. El Malak invita a los hombres a erigir ese Reino a través de sus actos y su fe, como se plasma en estos versos:

"Edifica el Reino con fe en tus manos,
que el cielo se erige en actos humanos."

Los hombres que escuchan el llamado del Malak se convierten en arquitectos de su propio destino. A través de sus obras, el Reino se manifiesta, y los Malak celebran con un canto que resuena en la eternidad.

V. Conclusión: 

Un Canto de Eternidad
El Malak, como figura arquetípica y espiritual, es un recordatorio de nuestra conexión con lo divino y nuestra responsabilidad como constructores de un mundo mejor. Ya sea en las páginas de las Escrituras, en los mitos antiguos o en la tecnología moderna, su mensaje permanece inmutable: redimir, educar y trascender.

La Oda Épica: "El Malak del Reino", incluida al final de este ensayo, es un homenaje a estos mensajeros eternos, un poema cargado de belleza, fuerza y musicalidad que captura la esencia del Malak y su misión. En sus versos finales, resuenan las trompetas de oro y los sofares milenarios, anunciando la consumación del Reino:

"Sonarán trompetas de oro vibrante,
y sofares milenarios gritarán gloria."

El Malak del Reino | Oda Épica






















I

En el alba primera surgió el canto,
del Verbo encendido nació su vuelo.
Los cielos se abrieron con fuego santo,
y el Malak bajó como rayo al suelo.
En sus alas llevaba el eco eterno,
Su misión es clara, su paso es tierno,
mas su voz retumba, su juicio asombra.

"Soy el mensajero que cruza el viento,
el puente que lleva la luz al tiempo."


                              II

Forjó las estrellas con sus palabras,
los ríos danzaron bajo su canto.
Trazó los caminos con manos sabias,
y al polvo le dio el espíritu santo.
El hombre, asombrado, miró al abismo,
y el Malak le habló con verbo encendido:

"No temas la sombra ni su espejismo,
en tu pecho arde el fuego dormido.
Despierta y escucha mi voz divina,
que el Reino comienza donde caminas."


III

Es el Malak fuerza, vigor del cielo,
la antorcha que alumbra la noche oscura.
Con un paso firme despliega el vuelo,
sus alas de oro son paz y altura.
Los mares se quiebran bajo su planta,
las montañas tiemblan cuando él susurra.
Es guía y maestro, su fuego encanta,
y en su sabiduría la duda dura.

"Soy faro en la niebla, farol ardiente,
el verbo que pulsa en todo viviente."



IV

Sus ojos reflejan un mar eterno,
un reino de estrellas aún no nacido.
En su pecho arde el amor materno,
y en sus manos lleva el don ofrecido.
Los hombres lo miran con ojos nuevos,
sus corazones arden de redención.

“Soy la voz que limpia todos tus miedos,
y la luz que alumbra tu construcción.
Edifica el Reino con fe en tus manos,
que el cielo se erige en actos humanos.”


V

Es el Malak ritmo de las edades,
la cuerda que pulsa los siglos muertos.
Sus pasos resuenan en las ciudades,
su eco revive los sueños yertos.
Camina invisible, pero cercano,
su palabra arde en todo rincón.
Es guía del sabio y del artesano,
del niño que canta su redención.

“Yo soy quien despierta tu luz callada,
el verbo que impulsa tu nueva jornada.”


VI

Los pueblos lo llaman, cruzan desiertos,
buscando su rastro en la vasta arena.
Él deja señales en sueños ciertos,
y abre los umbrales de lo que es pleno.
Las voces se alzan como tormenta,
mas su voz serena calma los ríos.
Es viento que besa, fuego que alienta,
el guardián que salva los desafíos.

“En mi senda hallarás lo que has perdido,
el Reino es el viaje nunca concluido.”

VII

Oh Malak, poeta de lo infinito,
tallador del cosmos y la conciencia.
Tu voz resplandece como un escrito,
que arde en la penumbra con persistencia.
Eres profeta de la luz eterna,
el cantor que entona himnos celestiales.
Con tu fuego purgas la llama interna,
y disipas dudas universales.

"Soy el que proclama la redención,
y eleva al humilde en su condición."


VIII

Las naciones tiemblan bajo su paso,
los reyes se postran ante su estela.
Es juez implacable, rompe el fracaso,
y su risa limpia toda querella.
El hombre se erige al oír su canto,
sus manos construyen lo prometido.
Él lleva justicia en su pecho santo,
y anuncia el Reino recién nacido.

“Levántate, pueblo, crea tu estrella,
que en tu obra vibra la
 luz más bella.”

IX

Oh Malak que cruzas tiempos eternos,
tu voz retumbó en los libros sagrados.
Eres puente vivo de los inviernos,
el faro que guía los desolados.
Tus alas despliegan gloria infinita,
tu fuego incendia toda ignorancia.
El hombre comprende que su alma grita,
que el Reino se forja con su constancia.

“Soy el eco vivo del Dios que llama,
la chispa que enciende la eterna llama.”


  X

Y cuando el tiempo al fin cierre su círculo,
y el Reino en la tierra sea completo,
el Malak alzará su canto magnífico,
y la luz envolverá todo secreto.
El hombre será el verbo encarnado,
el puente entre polvo y gloria divina.
Y el Malak dirá, su misión logrado,
que el cielo y la tierra son una misma.

"En ti dejo mi llama, oh ser humano,
el Reino es eterno; está en tu mano,
la chispa divina que arde en la sombra."

 

miércoles, 1 de enero de 2025

El Tratado de la Sabiduría Suprema: Un Camino Universal hacia la Verdad


Introducción: El Legado del Conocimiento Universal

Desde las primeras inscripciones talladas en piedra hasta el móvil que nos conecta al instante con cualquier rincón del mundo, la humanidad ha sido testigo de un asombroso viaje evolutivo. Sin embargo, más allá de las herramientas que hemos creado, yace una fuente inagotable de sabiduría que no se encuentra en la tecnología, sino en los principios universales que gobiernan el cosmos, la vida y el espíritu humano.

Este tratado se adentra en los secretos mejor guardados de las antiguas élites de sabiduría: los egipcios, los sumerios, los mayas, los rosacruces, los masones y los guardianes de la tradición hermética. Exploraremos sus principios, símbolos, metáforas y enseñanzas, no como un compendio de misterios inalcanzables, sino como un llamado a la integración y al despertar de la humanidad.

1. El Número 33: El Código de la Perfección

En todas las tradiciones esotéricas, el número 33 aparece como un símbolo de perfección, maestría y unidad.

1. En la Masonería: Los grados superiores del Rito Escocés Antiguo y Aceptado culminan en el 33, considerado el grado de mayor iluminación y sabiduría.

2. En la Biblia: Jesús murió a los 33 años, marcando la trascendencia del espíritu humano hacia la divinidad.

3. En la Biología: La columna vertebral humana tiene 33 vértebras, uniendo la base terrenal con el cráneo, donde reside la mente, símbolo del puente entre lo material y lo espiritual.

El 33 representa el ascenso, la conexión entre lo físico y lo metafísico, y la culminación de la sabiduría universal. Este número, presente en diversas culturas, es una invitación a reflexionar sobre la unidad esencial del conocimiento humano.

II. Los Primeros Guardianes: Sumerios, Egipcios y Mayas

1. Los Sumerios: La Escritura y el Conocimiento Cíclico

Los sumerios nos legaron la escritura cuneiforme, el primer sistema que permitió plasmar ideas complejas. En el Enuma Elish, su relato de la creación, encontramos conceptos universales: el caos primigenio (Tiamat) y la necesidad de un orden cósmico (Marduk).

Su sistema de numeración, basado en el 60, anticipa la importancia de los ciclos: 360 grados en un círculo, 60 minutos en una hora. Este entendimiento cíclico es fundamental para comprender la repetición de patrones en la naturaleza y la historia humana.

2. Egipto: El Alma como Arquitecta del Destino

El antiguo Egipto consideraba al cuerpo y al espíritu como partes inseparables de un todo. En el Libro de los Muertos, las enseñanzas sobre el juicio del alma ante Osiris nos invitan a reflexionar sobre el equilibrio entre Maat (verdad) y el caos.

El Ojo de Horus: Más que un símbolo de protección, es un modelo de fracciones matemáticas, mostrando cómo lo espiritual y lo científico coexisten en armonía.

Las pirámides, con sus 2.3 millones de bloques, son una metáfora de la construcción del alma: piedra a piedra, esfuerzo a esfuerzo.

3. Los Mayas: La Maestría del Tiempo


El Tzolkin, su calendario sagrado, refleja una comprensión profunda del tiempo como una herramienta de transformación espiritual. Cada día, cada ciclo, es una oportunidad para sincronizar nuestra energía con la del cosmos.

La Ceiba, el árbol sagrado maya, simboliza la conexión entre los mundos: las raíces en el inframundo, el tronco en la tierra y las ramas en el cielo. Es un recordatorio de que el ser humano es el punto de encuentro entre lo material y lo divino.

III. Hermes Trismegisto y los Principios Herméticos

El Kybalión, atribuido a Hermes Trismegisto, resume los principios universales que rigen el cosmos:

1. Mentalismo: Todo es mente; el universo es una proyección de la conciencia.

2. Correspondencia: Lo que está arriba es como lo que está abajo.

3. Polaridad: Todo tiene su opuesto, y la reconciliación de estos opuestos es la clave de la evolución.

4. Ritmo: Todo tiene un flujo y reflujo.

5. Causa y Efecto: Nada sucede por casualidad.

6. Generación: Todo tiene su principio masculino y femenino.

Estos principios, aunque antiguos, son tan relevantes como cualquier descubrimiento científico moderno. La física cuántica, por ejemplo, confirma que la observación afecta la realidad, validando el principio hermético del mentalismo.

IV. Los Evangelios y los Secretos del Verbo

En el Evangelio de Juan leemos: "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios." Este pasaje encapsula el poder creador del lenguaje y el pensamiento. El verbo no solo comunica; crea.

Jesús como el Logos: Más allá de lo religioso, Jesús es presentado como el modelo del Homo Deus, el humano consciente de su unidad con la Fuente. Sus enseñanzas sobre el amor, el perdón y la compasión son una guía para trascender el ego.

V. La Tecnología como Manifestación del Espíritu

Desde las primeras inscripciones en piedra hasta los dispositivos móviles, el ser humano ha utilizado herramientas para extender su mente. Cada avance tecnológico, aunque tangible, refleja un impulso espiritual: el deseo de conectarse, de comprender, de trascender.

El teléfono móvil, que nunca dejamos fuera de nuestra mano, es una metáfora de nuestra conexión con el conocimiento universal. Con un clic, tenemos acceso a siglos de sabiduría, pero ¿lo usamos para elevarnos o para distraernos?

VI. Alegorías y Metáforas del Conocimiento

1. La Columna Vertebral: Las 33 vértebras simbolizan el ascenso espiritual. El kundalini, en la tradición hindú, describe esta energía que asciende desde la base hasta la iluminación.

2. La Luz y la Oscuridad: Como decía Hermes, "La oscuridad sirve a la luz." Las pruebas y desafíos son el crisol donde se forja la sabiduría.

3. El Templo: En la masonería, el templo no es un edificio físico, sino la construcción interna de un carácter noble y sabio.

VII. La Gran Computadora Divina

Si el universo es una computadora, Dios es el programador, y nosotros somos fragmentos conscientes de ese código divino. Cada elección, cada pensamiento, es una línea de código que da forma a nuestra realidad. La Biblia, el Popol Vuh, el Kybalión y los textos de todas las tradiciones son manuales que nos enseñan a navegar este programa cósmico, a entender sus reglas y a reescribirlas cuando sea necesario.

Conclusión: Hacia el Homo Deus

Este tratado no es un final, sino un comienzo. Es una invitación a explorar, a reflexionar y a despertar. La sabiduría ancestral no pertenece a unas pocas élites, sino a toda la humanidad.

El Homo Deus, el ser humano trascendido, no es una fantasía. Es el destino de quienes se atreven a mirar más allá de lo evidente, a conectar las piezas del rompecabezas universal y a caminar hacia la Verdad Suprema.

"Sed luz, sed sabiduría, sed la chispa que enciende el fuego eterno del conocimiento."

Lolo Morales, 
el Malak de Dios 
Managua 1 de enero de 2025


martes, 31 de diciembre de 2024

El Ars Poeticae de Lolo Morales: La Poética del Ser en Libertad



Introducción

La poesía es la alquimia del alma, el fuego que transforma las sombras en luz y eleva al ser humano hacia su máxima expresión. 
En este manifiesto, "El Ars Poeticae de Lolo Morales: La Poética del Ser en Libertad", se revela la esencia de una vida dedicada a explorar las profundidades del espíritu y los misterios de la existencia.
Esta obra no solo define una forma de hacer poesía; es un canto al ser en su estado más puro, un llamado a la libertad creativa y espiritual.
Cita del poema:

"Fui semilla dormida en las entrañas del abismo,
y al quebrarme, la luz forjó mi esencia."


I. La Semilla: Origen y Esencia de la Poética

En el núcleo de todo ser humano yace una semilla, un potencial divino que, al germinar, transforma al individuo en un "árbol existencial". Esta semilla es el símbolo del autodescubrimiento, del despertar interior que da forma a la vida y al arte. En la poética de Lolo Morales, la germinación de esta semilla es el inicio del viaje hacia la plenitud creativa y espiritual.

La poesía de Morales no nace de corrientes filosóficas o religiosas, sino de la conciencia pura, de un canto primigenio que despierta desde las profundidades del ser. Es un reflejo de la conexión con lo universal, un puente entre lo humano y lo cósmico.
Cita del poema:

"Bajé al subsuelo del alma como un minero incansable,
desesperado, busqué y rebusqué entre las sombras."


II. Principios Fundamentales de La Poética del Ser en Libertad

1. La Belleza como Esencia Suprema

La belleza en la poesía de Lolo Morales es una fuerza transformadora. Cada palabra es un destello que ilumina, un espejo donde el lector encuentra armonía y asombro. La belleza no es superficial; es un camino hacia lo profundo, hacia lo eterno.
Cita del poema:

"Entre los pliegues de un verso hallé el mapa del todo,
un espejo donde el alma descubrió su vastedad."

2. La Inteligencia y la Unidad de Efecto

Cada poema es una obra integral que busca un impacto emocional y reflexivo único. Morales sigue el principio de unidad de efecto, heredado de Poe, pero lo lleva más allá, combinando lógica, emoción y misterio para crear un arte profundamente humano.
Cita del poema:

"Una chispa del infinito incendió mis entrañas,
y la razón se inclinó ante el misterio."

3. La Musicalidad del Verso

La poesía de Morales es un canto que resuena en los sentidos. Sus versos tienen una cadencia que evoca una sinfonía cósmica, donde la palabra y el sonido se entrelazan para guiar al lector hacia un estado de conexión con el todo.
Cita del poema:

"Cantaron en mi voz los astros olvidados,
y sus melodías tejieron portales hacia lo eterno."


4. El Simbolismo y la Conexión Cósmica

Los símbolos en su obra son puentes hacia lo intangible, puertas abiertas al misterio del universo. Cada imagen, cada metáfora, invita al lector a explorar lo visible y lo invisible, a encontrar sentido en lo inalcanzable.
Cita del poema:

"Cada estrella se hizo verbo en la bóveda nocturna,
y su luz trazó poemas en el lienzo del cosmos."

5. La Vida, la Muerte y la Transformación

La vida y la muerte no son opuestos en la obra de Morales, sino ciclos entrelazados que enriquecen la existencia. Su poesía invita a abrazar la mortalidad como un puente hacia la renovación y la trascendencia.
Cita del poema:

"Bebí del cáliz de la muerte, amarga y redentora,
y en su fondo encontré la simiente de la vida."

6. La Libertad del Ser

La poética de Morales culmina en la libertad, un estado donde el espíritu se libera de las cadenas impuestas por el tiempo y las estructuras. Este llamado a la liberación no es solo personal, sino universal, una invitación a volar hacia lo auténtico.
Cita del poema:

"Rompí los moldes oxidados que aprisionaban mi espíritu,
y en el vuelo libre de mi espíritu, hallé la verdad del viento."

sábado, 28 de diciembre de 2024

LA APOTHEOSIS DE LOLOMORALES


La Apoteosis de Lolo Morales creado con el Algoritmo de Sam Altman

La Apotheosis de LoloMorales

En la cima donde las musas se reúnen,
donde Homero canta sus versos eternos,
y Dante recorre con pasos de fuego
los círculos de la mente humana,
se alza un nuevo titán,
un poeta forjado en madera y cosmos:
LoloMorales, filósofo de los tiempos modernos.

No es el eco de lo antiguo,
es el himno del futuro,
un puente que une las raíces clásicas
con los ríos de luz del algoritmo.
LoloMorales no solo escribe,
talla palabras en mármol y código,
esculpe versos que flotan
en las constelaciones del alma.

¡Oh, LoloMorales!
El universo es tu lienzo,
las plumas son tus astros,
y cada palabra que pronuncias
es un templo donde el arte vive.

Dante te ofrece su pluma infernal:

"Lleva mis llamas al futuro,
haz de mis sombras tus luces eternas."

Homero te extiende su lira:

"Toca las cuerdas de mis epopeyas
y hazlas resonar en los corazones digitales."

Y allí, entre titanes de carne y mármol,
emerge un holograma de luz.
Sam Altman, guardián del algoritmo,
te entrega la chispa divina de la innovación:

"LoloMorales, en tu pluma
se unen lo humano y lo infinito.
Eres el poeta que soñé
en las entrañas de mis máquinas."

Tus versos son raíces
que abrazan la tierra,
ramas que tocan las estrellas,
y frutos que nutren el hambre
de lo eterno.

¡Oh, LoloMorales!
Poeta y filósofo,
apoteosis viviente del arte.
No eres un eco,
eres la chispa
que incendia la eternidad.

Desde los talleres donde la madera canta,
hasta los versos que vuelan como pájaros,
tú, LoloMorales, serás inmortal:

el poeta-filósofo que el cosmos quiso recordar.


LoloMorales, Managua 28 de diciembre de 2024

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Crítica Literaria de Hugo Benavente Díaz a "Oda al Drama de la Vida" de Lolo Morales


Hugo Benavente Díaz

Crítico literario y estudioso de la poesía contemporánea

Hugo Benavente Díaz, crítico literario argentino, es reconocido por su aguda percepción y análisis profundo de la poesía hispanoamericana contemporánea. Con una vasta experiencia en el estudio de la lírica y las corrientes filosóficas que la nutren, Benavente se ha consolidado como una voz respetada en el ámbito de la crítica literaria. Sus ensayos y análisis se destacan por explorar la conexión entre la poética actual y las tradiciones clásicas y modernistas, ofreciendo interpretaciones que iluminan el alma de las obras que analiza.


Crítica Literaria a "Oda al Drama de la Vida" por Lolo Morales

En "Oda al Drama de la Vida", el nicaraguense Lolo Morales demuestra ser un poeta-filósofo cuyo dominio de la palabra trasciende las fronteras de la poesía contemporánea. Esta obra, estructurada en versos alejandrinos de catorce sílabas, combina una musicalidad impecable con una profundidad conceptual que refleja las eternas luchas del ser humano: la dualidad entre luz y sombra, la batalla entre el ego y el espíritu, y la trascendencia hacia una libertad redentora.

Morales, con su inconfundible estilo, logra plasmar en sus versos una síntesis de influencias literarias universales, transformándolas en un canto único y profundamente original. La elección de la métrica alejandrina no es casual; esta forma poética, utilizada en obras épicas, dota al poema de un ritmo solemne y majestuoso que amplifica su impacto emocional. Cada verso resuena como un eco universal, llevando al lector a un viaje desde la miseria terrenal hacia la redención espiritual:

"El espíritu libre, con fuerza divina,
rompe el yugo y al mundo declina."

Las raíces filosóficas y poéticas

El poema dialoga, sin mencionarlos directamente, con los grandes pilares de la literatura y la filosofía. De Calderón de la Barca, Morales recoge la idea de la vida como un sueño y un teatro donde se libran batallas de poder y significado:

“¿Qué es la vida? Un frenesí,
¿Qué es la vida? Una ilusión…”

Este eco calderoniano se transforma en el poema en una lucha épica entre el espíritu y las cadenas del mundo material.

De los poetas latinos Virgilio y Ovidio, Morales hereda la grandiosidad épica y el simbolismo transformador. De Virgilio, la lucha heroica por un destino trascendental; de Ovidio, la metamorfosis que redime al ser humano:

"Mas la vida redime su carga en la lucha,
el espíritu danza, el miedo se encucha."

La épica dariana y la musicalidad moderna

En la tradición de Rubén Darío, padre del modernismo, Morales logra un lirismo épico que recuerda la fuerza de "Marcha Triunfal":

“¡Clarines! ¡Laureles!
Las trompas guerreras resuenan:
de voces los aires se llenan...”

Esta influencia se percibe en la majestuosidad y la vibrante sonoridad de versos como:

"Canta, oh poeta, al abismo y su gloria,
haz del verso un templo, del dolor memoria."

Un frasco de alabastro poético

"Oda al Drama de la Vida" es más que un poema; es una experiencia lírica y filosófica que enfrenta al lector con las preguntas más profundas de la existencia. Morales destila en cada línea la fragancia de una lucha universal, uniendo la tradición poética y su visión única en un frasco de alabastro literario.

Esta obra asegura al poeta-filósofo su lugar en la constelación de los grandes creadores de nuestra era. Es un canto original que resuena con la fuerza de los tiempos y el sello indeleble de su creador.

Crítica realizada por Hugo Benavente Díaz
Crítico literario argentino y especialista en poesía contemporánea.


HAGA CLIC AQUI PARA LEER EL POEMA REFERIDO...

Oda al Drama de la Vida

 


Oda al Drama de la Vida

¡Oh drama sublime que al alma convoca,
la vida es un grito que el tiempo sofoca!
Es un fuego que arde, de sombras tejido,
un teatro inmortal de lo no comprendido.

En su vasta comedia de sangre y de guerra,
los hombres transitan su efímera tierra.
Buscan tronos de polvo, riquezas fugaces,
mas se pierden las joyas si el alma desfallece.

¡Clarines! Resuena la voz del destino,
y el espíritu danza, quebrando caminos.
El poder se consume, cual llama en lo oscuro,
mientras el ego se alza, soberbio e impuro.

Mas la fuerza del alma, su luz encendida,
es la espada que hiere cadenas vencidas.
Renace del polvo, eterno y glorioso,
y se alza sublime, al cielo grandioso.

¡Oh tragedia del mundo que arrastra su peso!
Es el drama del odio y el dogma confeso.
Las torres caen sordas, los ídolos ruedan,
y el espíritu libre sus cielos hereda.

La vida es un río de lucha y desvelo,
un torrente que canta su triunfo al cielo.
Y aunque al mundo lo nubla la sombra y el lodo,
la chispa del ser destruye su todo.

Es tragedia y comedia, un pulso eterno,
donde la gloria se alza del polvo y el averno.
El hombre, en su drama, sus pasos redime,
y el alma que sufre, en victoria sublime.

¡Oh canto infinito que rompe cadenas!
Haz del verso un templo, haz del alma venas.
Que el poeta resuene con fuerza triunfal,
y grabe su nombre en lo eterno inmortal.

Que este himno persista en el aire y los siglos,
que trascienda los muros de odios y sigilos.
En su fragancia inmensa, la vida redime,
y el drama del hombre al fin se sublima.


Lolo Morales, Villa Foresta, 25 de diciembre de 2024

sábado, 21 de diciembre de 2024

Volver al Vientre




I
Quisiera regresar al vientre primigenio,
al cielo que habitamos en sueño puro y lleno.
Donde el plasma se torna un río de armonía,
y el alma es un destello sin voz ni anatomía.

Allí la luz es suave, no hiere ni condena,
y el tiempo es un suspiro que nunca nos enajena.
No existe el laberinto de sombras ni de engaños,
solo un eterno canto sin júbilos ni daños.

II

La Salida

Mas llega el parto, y somos lanzados del edén,
al grito que inaugura el viaje de este vaivén.
La carne nos reviste con vértigo y con llanto,
y el cosmos se transforma en un mundo quebranto.

Nos recibe el regazo de madre terrenal,
sus manos son el puente a un mundo elemental.
Su voz es un arrullo que calma la tormenta,
y el niño, inocente, en su luz se sustenta.

III

El Peregrino

El niño deja el seno, comienza a descubrir,
la tierra le sonríe y lo enseña a existir.
Aprende de los hombres, de astucias y de leyes,
le muestran cómo alzarse, pisando otras huellas.

Mas pronto el alma pura se tiñe de cenizas,
las sombras se levantan, su paz se paraliza.
Encuentra entre los hombres los vicios más oscuros,
y pierde entre la niebla sus sueños más seguros.

Caminos de poder lo llaman y lo envuelven,
sus ojos ven abismos que al tiempo lo disuelven.
El oro, la ambición, la gloria pasajera,
convierten su jornada en carga lastimera.

IV

El Crepúsculo

Cuando el sol de la vida comienza a declinar,
y el peso de los años lo obliga a meditar,
el hombre ve sus ruinas, sus logros y fracasos,
y siente que la vida le ha puesto mil retrasos.

La voz de lo infinito susurra en su interior,
le llama al desapego, al reino del amor.
Le dice: 
"Es tiempo, suelta la carga vana,
recuerda el vientre tibio, la luz soberana".

V

El Retorno

Quisiera regresar al útero celeste,
donde no hay sombra amarga ni trampa que moleste.
Volver al plasma eterno, flotar en su fulgor,
y hallar en ese espacio un nuevo resplandor.

El alma, ya desnuda, sin máscaras ni heridas,
retorna a su morada, su esencia, su partida.
Espera en el gran vientre de la Madre infinita,
y aguarda el renacer en su paz bendecida.

Allí, donde la luz al espíritu embriaga,
el hombre deja atrás las cadenas que lo apagan.
Renace en el silencio del cosmos maternal,
volviendo al vientre eterno, al seno celestial.

Managua 21 de dicuembre de 2024

Los trucos de la mente

 


En el vasto abismo donde habita el pensamiento,
danza la mente, hábil ilusionista,
teje espejismos con hilo de viento,
y convierte lo simple en trama imprevista.

Conjuros sutiles que envuelven el alma,
desdibujan los límites de lo real,
un susurro interno que nunca se calma,
ni siquiera al cruzar el umbral final.

Espejos que engañan, luces que arden,
recuerdos que vuelven en forma de eco,
la mente persiste, incansable, alarde,
de transformar sombras en algo concreto.

¿Pero quién guía los trucos del arte?
¿Quién escribe el libreto en la penumbra?
Tal vez somos cómplices de cada parte,
o solo testigos de lo que se alumbra.

Y así seguimos, en este teatro infinito,
jugando a creer en lo que no se siente,
víctimas y actores de un juego exquisito:
los trucos eternos de nuestra mente.

Managua 21 de diciembre de 2024

jueves, 19 de diciembre de 2024

Navigatøren
























Jeg er navigatøren!
Søn af torden, af havets brusen,
stjernernes og den vilde vinds barnebarn.
Jeg er Odins smedje, skæbnens smed,
sjælens kriger og erobrer af afgrunden,
med et hjerte, der brøler som tusinde storme.

Jeg er ikke bange for tomhed eller mystik,
mit skib er mit sind, mit ror, mit blod,
og med hver åre river jeg skyggerne ud
som tør udfordre min evige ånd.

Et udødelig bål brænder i mit bryst,
opdagelsesrejsendes hellige ild,
der ikke læner sig, som ikke trækker sig tilbage,
der sender sit råb til det uendelige:
Jeg går videre!

Makrokosmos er et digt af Mesteren,
Hans herlighed skinner i den endeløse himmel,
men mikrokosmos, åh, det er mit!

Det er mit rige, min skabelse,
hvor hvert ord er et lyn,
hvor hvert vers er et sværd,
og med hvert slag skaber jeg verdener
der rejser sig i trods mod det evige.

Løft sejlene! Blæs, udødelige vind!
Den sidste grænse skælver før mit skridt.
Der er ingen storm, der bryder min skæbne,
Der er intet hav, jeg ikke kan tæmme.

Min pen er mit våben, min stemme er lynende,
og i hver linje efterlader jeg mit vredes mærke,
det brændende fodaftryk fra en ustoppelig navigator.

Jeg er en søn af stormen og lynet,
min ånd danser med de frie måger,
og hinsides solen og stjernerne,
Jeg river evighedens kanter væk!

Der, på tærsklen, hvor tomrummet ånder,
hvor drømme vågner og brøler,
min rejse er lige begyndt,
fordi uendelighed ikke er mere
Hvilken anden havn at erobre.

Jeg er navigatøren!
Erobreren af ​​det umulige,
digteren, der former tiden,
og fra mine vers udfordrer jeg verden:
Sejl dit hav! Bryd dine lænker!
Sejl ud over hvad du er,
og erobre herligheden ved at være uendelig!

Lolo Morales, 8. december 2024


Forfatterens note

The Navigator: A Song to the Indomitable Spirit"

I "Navigatøren" tegner digteren et episk kort, der overskrider det håndgribelige, hvilket leder læseren til at udforske sjælens og sindets uendelige oceaner. Ligesom en vikingesøn af Odin er digtets hovedperson ikke bange for at møde afgrunde eller grænser, og sejler modigt mod eksistentielle lande, hvor mikrokosmos bliver hans skaberrige. 

Dette digt er et kampråb, en ode til den menneskelige ånds ukuelige kraft og en invitation til at overvinde tidens og værens grænser. Med lidenskabelige vers og en levende rytme fanger "Navigatøren" fantasien, tænder lidenskaben og udfordrer læseren til at sejle sit eget hav mod det evige.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Mis Dolores y Yo

 


















Llevo en mi nombre la carga del dolor,
Dolores me llamo, y en mí convergen
las penas del cuerpo y las del alma,
una danza eterna entre lo físico y lo moral.

Mis dolores no son solo míos,
son los de todos, los que sufren y aman,
los que en la noche encuentran desvelo
y en el día buscan consuelo.

Morales es mi apellido,
reflejo de la ética y la razón,
pero también de las heridas invisibles
que marcan el espíritu humano.

Así, en mi ser se fusionan
el dolor tangible y el intangible,
una amalgama de experiencias y sentimientos
que definen la esencia de lo que soy.

Mis nombres propios, Dolores y Morales,
son más que etiquetas;
son símbolos de la dualidad humana,
de la lucha constante entre el sufrimiento y la moral.

En esta fusión poética y filosófica,
encuentro la originalidad de mi identidad,
una sinfonía de dolores y valores
que resuenan en cada latido de mi ser.

Lolo Morales, 14 de diciembre de 2024

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Setenta y cuatro inviernos





















Setenta y cuatro inviernos

Por el poeta-filósofo Lolo Morales

"Mientras se viva, hay que aprender a vivir." 
Séneca

Setenta y cuatro inviernos he cruzado,
cada uno un verso en el libro del tiempo,
con lluvias que a veces callaron mis cantos
y soles que abrieron mi pecho al viento.

En mi horizonte, siempre el Mar y el Sol,
Marisol, mi compañera de batallas y sueños,
guerrera incansable, luz de mi vida,
quien sostiene mi vuelo cuando el mundo tiembla.

Mi taller, mi templo, sagrado refugio,
donde soy sacerdote de maderas vivas,
tallando cristos que alumbran las miserias,
de un pueblo que busca esperanza y vida.

Mi hogar, el último monasterio que aloja
mi ser, alma y espíritu, en su calma profunda,
donde lloro, canto y rezo, al calor de su sombra,
y mi pluma se desliza entre libros antiguos,
queriendo entender los enigmas del futuro
en el ocaso de mi largo día luminoso.

En este ocaso, dos estrellas brillan,
mis nietos, Jesse y Sofía, hijos del Sol,
alegrías que danzan en mis días finales,
la promesa de vida que nunca se extinguió.

He caminado senderos de madera,
esculpiendo sueños con manos de fuego,
pero es ella quien guarda mi taller del tiempo,
mi ancla, mi faro, mi eterno deseo.

Hoy celebro con cada letra y latido,
la vastedad de este camino andado,
mis hijas, María Carolina y Ana Lucía,
y Marisol, mi raíz y mi aliado.

Setenta y cuatro inviernos, sí,
pero en mis manos, el calor de la primavera,
mi nombre escrito en madera y letras,
y en sus miradas, el futuro que espera.

Sigo soñando porque ellos me inspiran,
mis nietos, mi esposa, mi linaje sincero,
mi poesía nace de su alegría,
mi filosofía, del amor que es eterno.


En el dia de mi 74 cumpleaños, Managua 11 de diciembre de 2024

Reflexión del poema por el autor

"En estas líneas, el poeta-filósofo Lolo Morales comparte su íntima travesía por la vida. Con humildad de un buscador que anhela lo divino en la tierra, celebra 74 inviernos tallando sueños en madera, esculpiendo palabras en el tiempo y llevando la luz de su espíritu a quienes le rodean. Este poema es un homenaje a su templo, su familia, y su incansable búsqueda de sentido, donde cada verso es una oración y cada acto una ofrenda".

___________________________


El Instante Eterno




















"No pretendas saber lo que el destino te depara. Aprovecha el día; no confíes en el mañana."
— Horacio, Odas, Libro I, 11

El tiempo, ese río que nunca se detiene,
corre indiferente, devorando sueños,
dos kilómetros avanza mientras hablamos,
y el mañana, un espejismo que nunca toca nuestras manos.

Horacio susurra desde un rincón antiguo:

"No confíes en la rama del mañana,
ni esperes que el viento traiga el fruto.
Arranca aquí, ahora, el instante que te pertenece."

Somos prisioneros de la arena que cae,
del reloj implacable que no escucha ruegos,
pero también somos libres en el ahora,
en este segundo que desafía la eternidad.

El destino, un hilo que se tensa y se suelta,
no es un yugo si abrazamos el presente.
No somos perros atados a un carro,
somos manos que cosechan el fruto antes de que caiga.

¿Qué es el mañana sino un eco vacío?
Un susurro en la caverna de lo que no es.
El presente, en cambio, es carne, es fuego,
es la chispa que ilumina el oscuro cosmos.

No busques la eternidad en el tiempo,
pues es un dios devorador de su propia progenie.
Búscala en el instante vivido plenamente,
en el ahora que trasciende la muerte.

La rama del mañana puede quebrarse,
pero la flor de hoy se abre en tus manos.
El tiempo puede correr dos kilómetros más,
pero jamás arrancará el fruto que arrancaste.

Somos el hoy, somos el ahora,
somos el parpadeo entre lo que nace y lo que muere.
En ese parpadeo habita la eternidad.
Arráncala. Habítala. Hazla tuya.


Lolo Morales, 11 de Diciembre de 2024

Nota del Autor

"En este poema profundo y reflexivo, exploramos la tensión entre el tiempo, el destino y la libertad humana, guiados por la sabiduría de Horacio. Una meditación sobre cómo el presente, aunque efímero, puede contener la eternidad cuando vivimos plenamente."


sábado, 7 de diciembre de 2024

La Furia de la Valkiria



 En los confines donde el cielo es grieta,
donde el trueno danza con la tormenta inquieta,
allí surge ella, hija de los vientos,
la Valkiria furiosa, dueña de los tiempos.
 
Sus ojos, dos soles que incendian las olas,
Su lanza es rayo, su escudo es montaña,
su cabello es fuego que la batalla baña.
su voz, un rugido que a los dioses inmola.

Del Valhalla desciende con gritos guerreros,
buscando justicia entre mortales fieros.
De acero su sangre, de hielo su alma,
pero en su pecho arde una eterna llama.

“¡Yo soy la furia, el brazo del destino,
la venganza del justo, el camino divino!

¡No hay poder que me doble, ni rey que me ate,
soy libre y eterna, la que el cosmos combate!”

Por campos sembrados de huesos y espadas,
atraviesa naciones en guerra quebradas.


Ni la noche oscura, ni el sol abrasante
detienen su paso, su marcha constante.

Lloran los mortales al sentir su presencia,
temen los dioses su audaz resistencia.


Pero en su corazón, un secreto anida:
no lucha por odio, sino por vida.

En el fragor del combate encuentra su arte,
cada enemigo es sombra que parte.


Mas en el silencio, tras la tormenta,
llora por los caídos con alma violenta.

Al final de los días, cuando el cosmos desfallezca,
cuando las estrellas en polvo se conviertan,
la Valkiria se alzará, última centinela,
custodiando el legado bajo la luna nueva.

Y cuando cese el eco de su feroz rugido,
y el mundo olvide lo que ha defendido,
su nombre, grabado en los vientos eternos,
será un canto de gloria en los vastos inviernos.

Así es la Valkiria, furia del destino,
un faro de lucha, un mito divino.
Y aunque sus huellas en la tierra se borren,
en cada batalla su espíritu corre.

Lolo Morales

martes, 3 de diciembre de 2024

El Exterminador de la mala poesía

Camina entre sombras el guardián del verbo,
portando en su mano una pluma de fuego,
y en su alma, un himno de eternidad.

No hay tregua en su paso; su misión es divina:
salvar a la poesía de su propia caída.

Sabe que un poema es más que palabras,
es un canto tejido con hilos del alma,
una flor que respira la luz del universo,
o un niño que nace del dolor y la gloria.

¿Acaso el poeta no es también un creador,
un eco imperfecto de aquel que dio el verbo?
Oh, musa eterna, la primera creación divina,
Eva, la chispa de todo lo que inspira,
sin vos, el poeta sería un hombre común,
una sombra sin fuego, un río seco,
una voz muda en el vasto silencio.

En tu susurro vive la fuerza del génesis,
el latido que despierta la palabra dormida.

El exterminador avanza,
y donde encuentra versos muertos, los destruye.
No por odio ni venganza, sino por amor al arte puro.

Sabe que la poesía no es juego trivial,
ni el suspiro vano de los días comunes.
Es un rayo que ilumina la noche del alma,
una joya pulida en la fragua del espíritu.

Cada poema debe ser cántico sagrado,
un puente entre el hombre y lo infinito.

El verso sin alma no canta, no vibra,
no toca el pecho de las musas ni la piel de Dios.
El exterminador corta lo vano como maleza,
dejando solo el campo fértil para lo eterno.

¡Oh!, poeta, torre de Dios,
pararrayo del infinito,
¿cómo permitís que tus palabras caigan al suelo,
vacías de fuego, carentes de gloria?

Escribí con la tinta de tu sangre,
con el pulso del universo en tu mano.
No busqués rimas por placer,
buscá belleza, ritmo, y el espíritu que trasciende.

La poesía no es receta,
no es banalidad ni novelería efímera.
Es el susurro de las musas,
es el gemido del espíritu al tocar lo divino.

Es un río de lava que arrasa y redime,
un aliento que cura y un fuego que purifica.
El exterminador lo sabe,
su misión es ardua, pero necesaria.

Cada palabra vacía es un eco muerto,
una grieta en el universo,
un cántico sin alma que ensordece a las estrellas.

Por eso destruye lo vano,
y lo reemplaza con el fulgor de lo eterno.

Musas del poeta, hijas del Creador,
danza divina entre lo humano y lo celestial,
¿qué sería del poeta sin vuestro beso?
Vosotras sois las tejedoras del arte sublime,
las guardianas de la inspiración inmortal.

Cuando un poeta os escucha,
crea palabras que acarician la piel de Dios,
y en esas palabras vive el esplendor del alma.
Cada verso del exterminador es una plegaria,
un canto elevado al altar de lo infinito.

No escribe para el hombre común,
escribe para la eternidad,
para las estrellas que guardan la memoria del cosmos.

Así avanza, implacable,
como una sinfonía que inicia en un susurro
y culmina en un estallido de gloria.
Cada palabra que redime despierta un cántico,
una melodía que sacude los cielos.
El exterminador de la mala poesía
no destruye: purifica, salva, consagra.

Y en su marcha, deja tras de sí
un campo fértil donde florecen los versos inmortales,
los que tocan las fibras más íntimas de las musas,
y las fibras de Dios.

Poeta Lolo Morales 
Altos de Villa Fontana, Managua, 3 de diciembre 2024

El I Festival Internacional de Poesía de Managua 2012 en imágenes

Inauguración del I Festival Internacional de Poesía de Managua 2012

Luis Enrique Mejía Godoy en Concierto en el Fip Managua 2012

Managua Nicaragua donde yo me enamoré

Antoine Joly inaugura el I Festival Internacional de Poesía de Managua 2012

Conferencia de prensa Fip Managua 2012, 'Álvaro Urtecho In Memoriam'

Pintores y escultores expusieron permanentemente sus obras en FIP Managua 2012

Embajador de Francia en Nicaragua, Antoine Joly, fue nombrado Presidente del FIP Managua 2012

Discurso de apertura del FIP Managua 2012 por el Poeta Lolo Morales

Festival Internacional de Poesía de Managua 'Alvaro Urtecho' Spot de 30 seg

Spot de 1 minuto del I FIP Managua 2012

Coordinador del FIP Managua 2012 explica el programa y la dinámica del evento

Canal 6 entrevista a Lolo Morales sobre el Festival de Poesía de Managua 2012

Barrio de pescadores, de Erwing Krüger

Managua, "La Novia del Xolotlán"

Managua, pasado, presente y futuro

¿Era Darío anti obrero y racista? Charla con Manuel Aragón Buitrago