La mito-desgracia más grande
de los poetas nicaragüenses
es creer que para ser buenos poetas
tienen que ser borrachos.
Como Darío fue un gran bolo-genio
con gracia,
todos quieren ser bolos pero
sin gracia,
más
bien desgraciados.
Pero los que más daño le han hecho a Darío
son los mismos darianos,
un montón de bolos
sin gracia.
Managua 21 de julio de 2023