Dimensión simbólica de la muerte
máximo homenaje al difunto,
de sabios es escoger la correcta.
Yo no quiero que me guarden en una urna
(fúnebre,
en nicho de santo,
en un viejo rincón,
en una polvosa biblioteca.
Que mis cenizas las rieguen
en el campo,
en el mar,
entre la gente,
que no conserven mi calaca truvenizada,
en un jarrón de jade
o en florero chino
de los de a dólar.
Me pueden confundir con azúcar,
y beberme en el té.
Que el viento sea mi mortaja.
Que mi vuelo al cosmos sea un fiestón,
(ese día volveré a beber guaro)
que sea un tiempo de algarabía, de
floración
primaveral,
como si acabase de nacer.
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