Presentación del poema Guegüense mío por el autor
Si algún nicaragüense despistado ve el título del poema dirá: «Una güegüensada más». Nunca se me había ocurrido, y hasta donde se, a nadie antes, encontrar que una de las formas de Dios, es el Güegüense, en el marco de la cosmovisión latinoamericanista del dios de todas las edades. El poema que aludo, finaliza diciendo:
Si algún nicaragüense despistado ve el título del poema dirá: «Una güegüensada más». Nunca se me había ocurrido, y hasta donde se, a nadie antes, encontrar que una de las formas de Dios, es el Güegüense, en el marco de la cosmovisión latinoamericanista del dios de todas las edades. El poema que aludo, finaliza diciendo:
«Macho ratón. Jaguar y serpiente.Efectivamente, el poema presenta una novedosa propuesta estética tríptica: metafísica, sincretista y postmoderna a su vez. A simple vista, a vuelo de pájaro bobo, un desconocedor de arte puede ver simple y corto el poema, pero es incapaz de ver que el poema aludido es más vasto y profundo que el mismo mar.
¡Es el! ¡Es el, que baila enmascarado!»
El poema en sí mismo es una espesa gota milenaria de sabiduría que contiene la vastedad de un océano acerca del conocimiento de Dios. En sí, y por sí solo, el poema es una obra de arte, una obra completa, es esencia pura captada en una gota de espeso conocimiento de la Totalidad.
Utilicé como título el «Güegüense o Macho Ratón», como una alusión a un bailete colonial del siglo XVII que es la primera pieza literaria nicaragüense, perteneciente al teatro náhuatl, que expresa la resistencia de un pueblo pequeño e impotente ante las autoridades invasoras españolas despóticas,
y constituye una de las más importantes herencias culturales de los nicaragüenses, para quienes el Güegüense constituye un digno representante de su carácter: pícaro, astuto y rebelde, ante todas las imposiciones políticas, sociales y religiosas del amo español.
Los pueblos ancestrales latinoamericanos tienen en su memoria, las reservas espirituales que el invasor ibérico jamás pudo sacarle de sus arcanos, esa fresca y actual memoria sellada en cajas de Pandora de los pueblos indígenas de nuestra América indígena; la creatividad de un Dios que se encuentra omnipresente en todas las formas que la Madre Naturaleza y el Ser Interior nos proyectan, nos pintan y nos recrean.
Con la revolución tecnológica que nos ha tocado vivir, los artistas nos hemos apropiado de la tecnología para plasmar en imágenes vívidas que se van acoplando, tejiendo y revelando la esencia misma del poema, como el video-poema que les presento, para el disfrute pleno de mis versos copulando con las imágenes salidas del poema, en una nueva forma tridimensional de hacer poesía, pura, visual y llena de belleza.
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