Ya miro el horizonte, sombra lenta,
se acerca, como el viento en el ocaso;
la vida que he tenido, paso a paso,
es joya que el tiempo ya sustenta.
Infancia fue tesoro en piel sangrienta,
amor, el oro de un suave abrazo;
juventud, llama en fuego sin retraso,
la vejez, paz en alma soñolienta.
Ahora es el momento, en este viaje,
de contar los regalos que me dieron,
legado que en mi obra dejo y traje.
El cuerpo, polvo, estrellas me ofrecieron,
y en vuelo a lo infinito haré anclaje:
seré huella en el viento que me hicieron.
Lolo Morales
Managua 8 de noviembre 2024
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