Crítica Literaria

martes, 26 de febrero de 2019

El precio de mi primer amor


EL PRECIO DE MI PRIMER AMOR

Allá… en 1951, era una fresca tarde en el antiguo Parque Frixione que estaba situado frente al Hotel Lido Palace, a dos cuadras del Lago Xolotlán. Cuando yo tenía un año de nacido, dos adolescentes, cercanas a mi familia, me dejaron caer al suelo, y del impacto se me quebró la clavícula.

Las chicas estaban en el parque peleándose por chinearme y en el pleito se olvidaron de mí y me dejaron caer. Ya crecidito mi mamá me contó, que ella me había prestado a las dos muchachitas que querían llevarme a pasear al parque. Las dos jovencitas con ganas de ser mamás, siempre jugaban conmigo como si yo fuese un bibelot de carne y hueso o uno de esos lindos muñecos de plástico que vendían en el Chic Parisien, una tienda especializada en juguetes importados que había en la vieja Managua.

A mis preciosas niñeras les gustaba jugar conmigo al bebé y la mamá, me daban la pacha y todo cuento, y en ese tira y encoge, mis dos resaltados ojotes negros buscando un poquito de leche materna, se clavaban en los bellos y puntudos senos de las noveles mozas, y aunque tal vez, después de haber pegado una buena mamada de pechos púberes con mi babeante y sensual boquita, ya no me acuerdo bien si me haya dolido o no la clavícula quebrada...jejejeje
La única persona que me dio pesar en esta historia fue mi nana eterna, "La Elisa", quién fue mi china y mi ángel de la guarda hasta la muerte, la pobrecita no hallaba que decirle a mi mama, mientras yo me relamía los labios, -no del dolor,- sino de placer por la gran succionada que había pegado a las primeras tetas de mi vida, que no fueran las de mi mamá.

¿Abuso sexual? ¿Pedofilia en mi contra? Nuuuunca!!!!
El infante y feliz fauno estaba dando sus primeros pasitos en el dulce y doloroso oficio del amor. Para bien amar, se tiene que pagar un precio. A mi me costó la rotura de mi clavícula.


Lolo Morales, 16 de Enero de 2013