Crítica Literaria

martes, 6 de septiembre de 2016

EL CARTUJO




 Soy algo así como un cartujo,
conociéndome día a día,
conquistando mi mundo interior,
como el tornero talla el cisne en el cedro,
con sentido de eternidad.

Templo de carne retroalimentándose,
llevando sus cruces con hidalguía,
aunque el mundo se desmorone día a día,
y las esperanzas languidezcan 
en un abismo sin apeadero.

En el fondo el vacío espera 
el tedio impera,
muriendo levanto vuelo,
para luego volver a morir,
hasta que un día, 
la muerte nos separe,
y luego seguir viviendo,
para cantarte mi poema.